Más información sobre implante capilar con Artas:
El implante capilar asistido por el robot ARTAS comienza con la evaluación previa por parte de nuestro cirujano plástico, Eduardo Núñez Orduña. El doctor evaluará las zonas donantes, el número de folículos necesarios, el aspecto final del implante y la duración aproximada de la intervención.
La intervención se realizará de modo ambulatorio y su duración dependerá de los objetivos que se persigan en cada paciente, pero durará como máximo unas 5 o 6 horas.
Recorte de cabello en la zona donante. El pelo de la zona del cuero cabelludo que servirá para la extracción se recorta para que esta pueda ser digitalizada por el sistema ARTAS. No es necesario, pero sí que es de ayuda cortar esa parte del pelo. Si prefiere mantener su cabello largo y si el pelo de su zona de donación es lo suficientemente largo, la extracción utilizando la técnica FUE se puede realizar sólo afeitando pequeñas áreas que se pueden cubrir luego con el resto del cabello largo. Sin embargo, para obtener los mejores resultados se recomienda rapar el cabello en la zona donante.
Después el médico aplica un anestésico local. Se coloca un tensor de piel en el cuero cabelludo para que el sistema puede localizar y extraer el cabello con precisión en sus agrupaciones naturales. De esta forma se delimita el perímetro de extracción añadiendo este dispositivo repleto de circuitos integrados, con forma de marco de plástico y que tensa la piel.
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Tras esto pasamos a la colocación del robot ARTAS y la extracción de los folículos de la zona donante con anestesia local.
Extracción de folículos. El robot ARTAS dispone de un brazo mecánico en cuyo extremo se instalan dos cámaras de televisión de alta definición para recoger toda la información del área dadora -zona de extracción- y transmitirla a un procesador informático que analiza hasta 50 parámetros por segundo, como son el ángulo, la dirección, la profundidad o la densidad de folículos existentes en la nuca.
El sistema ARTAS rastrea digitalmente la zona, analizando la posición de cada agrupación natural de cabello. Antes de empezar, el simulador 3D del robot recoge cinco fotografías de la cabeza del paciente desde diferentes ángulos y proporciona un resultado final virtual. Valora la densidad de la zona receptora -alopecia- y establece el número de injertos, ajustando la inserción del ulterior cabello a la dirección del crecimiento de su raíz. Incluso su software está programado para rechazar bulbos de un solo pelo.
ARTAS dibuja una cuadrícula dentro del marco de plástico y determina 42 unidades foliculares por centímetro cuadrado.
Con la supervisión del médico, el sistema extrae cabello de la zona donante de forma aleatoria para que se conserve el aspecto natural original del área. Este proceso se va repitiendo hasta que se consigue la cantidad necesaria de cabello.
El robot ARTAS utiliza un bisturí circular de dos agujas para extraer cada folículo. Se sitúa, extrae y avanza… y así sucesivamente hasta completar la extracción de todos los bulbos útiles situados en la cuadrícula.
El robot es capaz de definir tamaños a nivel de micras y newtons de fuerza necesarios. Todos son parámetros imprescindibles para que cada extracción sea perfecta, aún más si cabe, si el procedimiento se repite hasta 2.000 veces a la hora.
El robot es tan eficaz que se para cuando detecta un problema en la superficie de la piel, como pueda ser un folículo desplazado de su nicho. Es más, si el paciente se mueve, aunque sea de forma inapreciable, Artas lo detecta y lo procesa.
Mientras el paciente descansa se procede a la separación de las unidades foliculares en los diferentes pelos que luego se van a implantar. Con un microscopio se analizan las unidades foliculares y las depositan de una en una en un líquido que mezcla suero y sangre del propio paciente. Se conservan hasta la segunda fase de la operación de trasplante.
Por último, los injertos se trasplantan a las zonas deseadas del cuero cabelludo, según el diseño que haya realizado el cirujano plástico.
En la zona receptora se inyecta anestesia local para evitar el mínimo dolor y un poco de suero para distender la dermis y poder colocar el mayor número de folículos por centímetro cuadrado. Con una aguja hipodérmica se practican miles de incisiones, donde se insertarán cada uno de los bulbos extraídos por ARTAS.
Para colocarlos se coge la unidad folicular con una pinza especial de microcirugía y con otra se abre el orificio. Se introduce en la cavidad y se deposita en su interior. De forma inmediata se establece la unión entre el bulbo y el lecho receptor de manera que, en muy poco tiempo, resulta imposible que se desprenda. Cada folículo generará uno, dos, tres o cuatro pelos; de forma extraordinaria cinco. Estos injertos implantados crecerán como el cabello de forma permanente.
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