Eduardo Núñez Orduña, cirujano plástico del Instituto de Cirugía Estética del Hospital Recoletas Campo Grande, es entrevistado en el periódico El Norte de Castilla sobre la nueva incorporación a su clínica del robot Artas® 9x una nueva plataforma robótica que ayudará en el implante capilar.
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En enero de 2016, el Instituto de Cirugía Estética del Hospital Recoletas Campo Grande comenzó un proyecto tecnológico de vanguardia para convertirse en pioneros a nivel nacional dentro de la cirugía robótica con la incorporación del robot Artas® 7x. «El camino ha sido interesante y fructífero. A lo largo de estos años, hemos incorporado tres plataformas robóticas que nos han permitido progresar en nuestros ya revolucionarios resultados en relación a las técnicas manuales, en un es-fuerzo por mantenernos en la vanguardia de la tecnología médica de implantología capilar.
En la actualidad, estamos trabajando con la versión del robot Artas® 9x y estamos ilusionados con la incorporación del Artas® IX, que permitirá ya que todo el proceso sea asistido por el robot: extracción, incisiones e implantación de las UFC (UNIDADES FOLICULARES)», explica el Dr. Eduardo Nuñez Orduña, cirujano plástico del Instituto de Cirugía Esté-tica del Hospital Recoletas Campo Grande (www.institutodecirugiaestetica.com).
Con la llegada del robot Artas® ¿puede hablarse de un antes y un después de la implantología capilar?
Sin duda. Desde el año 2016, hemos intervenido a un centenar de pacientes de todo el noroeste peninsular, y el resultado es amplia-mente satisfactorio. La tecnología ha sido un éxito rotundo desde el primer momento por lo que hemos adquirido hasta la fecha, tres robots diferentes, Artas® 7x, 8x y 9x, y cada uno de ellos ha mejorado las características y las capacidades que ofrecía el anterior. Desde un primer momento, esta tecnología supuso un salto cualitativo en cuanto a la velocidad y calidad de las UFC extraídas, pero con cada renovación el robot nos ha ofrecido más prestaciones y nos ha permitido obtener resultados muy próximos a lo posible.
¿Próximos a lo posible…?
Sí, dedico varios minutos a explicar esto a mis pacientes en la consulta. La tecnología robótica nos permite obtener un numero de UFC con una calidad y en un tiempo inalcanzable para cualquier técnica manual, lo que a su vez nos habilita para realizar implantes de muchas más UFC (unidades foliculares) en una solo sesión. Todo esto con su correspondiente registro. Dicho esto, si la zona donante es insuficiente para com-pensar las pérdidas de la zona receptora el resultado será menos satisfactorio, aunque será el mejor posible. El implante capilar no es una solución universal para la alopecia, pero sí permite obtener una mejoría estética en todos los casos.
El doctor Eduardo Núñez Orduña, cirujano del Instituto de Cirugía Estética con el Robot Artas
¿Qué ha supuesto la evolución del Artas® 7X al Artas® 9X?
Nos ha permitido mejorar todo el proceso en su conjunto. El robot es cada vez más rápido y preciso, automatiza y agiliza procesos guiados anteriormente por el cirujano como la capacidad de detectar alopecias cicatriciales infantiles, etc…, pero, sobre todo, nos permite realizar las incisiones en la zona receptora en la que vamos a tener que introducir esas unida-des foliculares que previamente hemos extraído de la zona donante.
¿Por qué es una evolución que las incisiones en la zona receptora las realice el robot?
Evita el daño sobre las unidades foliculares nativas, ajusta el ángulo de la incisión que va a recibir el injerto al ángulo de salida del pelo nativo, y nos permite igualar la densidad de forma precisa en cada una de las zonas. Porque, aunque pueda parecer lo contrario, la perdida de densidad no es homogénea por lo que, lo que debemos compensar tampoco, aunque esto es muy específico de cada paciente. En el procedimiento de creación de sitios receptores de ARTAS® 9X, el cirujano crea un plan quirúrgico personalizado mediante el software ARTAS Hair Studio®. El robot localiza los cabellos nativos existentes y evita crear incisiones sobre ellos, para no dañarlos. El resultado, máxima eficiencia en la transferencia de UFC, mínimo daño al pelo nativo y máxima calidad en la apariencia, que es el objetivo que nos marcamos. Sin embargo, siempre explico a mis pacientes que en la extracción de UFC el robot es infinitamente superior al ser humano, mientras que en la realización de incisiones el robot es superior solo cuando el paciente preserva par-te de su pelo y lo que desea es recobrar su densidad capilar juvenil.
¿Están ilusionados con la llegada del nuevo robot Artas® 9X?
Cerraremos el ciclo. Ya es una realidad, aunque por ahora solo está disponible en EE UU. Supone un salto más en la robotización del proceso: extracción, incisiones en la zona receptora e implantación de las UFC en las mismas, serán realizadas por el propio Artas® 9x. Con ello, lo posible será definitivamente el objetivo.
Lógicamente, el coste de la intervención será mayor…
Sí, sus costes son superiores. El trabajo de los ingenieros, material fungible, etc … Todo tiene un precio.
Hablar de implantología manual (F. U. E.) es hacerlo del pasado…
Sin lugar a dudas, pero entiendo que existe una demanda de bajo coste que precisa de su opción. Ahora bien, esto no tiene nada que ver con una oferta de vanguardia tecnológica en un en-torno hospitalario, supervisado por un cirujano plástico y con personal acreditado.
Y del futuro, ¿la ingeniería tisuar es la solución?
Sería lo deseable, pero no sé si me dará tiempo a verlo. Las UFC son estructuras biológicas complejas con diferentes componen-tes celulares por lo que creo que la ciencia básica debe resolver mu-chas dificultades antes de ser ca-paces de sintetizarlas en un laboratorio.
¿Los robots sustituirán al cirujano?
No, pero mejorarán nuestras capacidades para ofrecer mejores resultados de forma regular. Un ejemplo es el nuevo equipo de ci-rugía robótica ‘Da Vinci’, adquirido por el Hospital Recoletas Campo Grande recientemente, con múltiples aplicaciones en el ámbito de especialidades médicas como urología, cirugía general, otorrinolaringología, ginecología, etc…, la integración de los robots con la ciencia médica es imparable y deseable.
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