La toxina botulínica utilizada con fines estéticos (Vistabel®  Azzalure®), es una proteína (neurotoxina polipeptidica tipo A), sintetizada por una bacteria denominada clostridium botulinum. Es, por tanto, un medicamento biológico sometido a un proceso de purificación para que sea apto para la inyección. Se utiliza, entre otros ámbitos, en  medicina estética para tratar las arrugas de expresión.

La toxina botulínica es conocida popularmente como ‘bótox’. Este producto siempre debe ser administrado por médicos con la cualificación adecuada, con experiencia en el tratamiento y con el equipo apropiado. Su utilización por médicos especialistas en cirugía plástica, estética y reparadora es segura. La toxina botulínica actúa inhibiendo la contracción  muscular y en particular la musculatura de la mímica facial ,que provoca las arrugas de expresión (eliminándolas o atenuándolas). La correcta utilización permite  conseguir un rostro de apariencia juvenil. Está autorizada en la actualidad para el tratamiento de las arrugas glabelares.

¿Dónde se aplica el bótox?

La toxina botulínica puede utilizarse en la región periorbitaría (patas de gallo), la glabela (entrecejo) y la frente(puede asociar una ligera elevación de las cejas ).

Puede aplicarse también en el cuello y escote. Otras indicaciones con fines estéticos son menos universales y precisan de una valoración individualizada.

¿Qué ventajas ofrece el bótox?

> No necesita anestesia.
> No requiere pruebas alérgicas.
> Se puede aplicar en cualquier época del año.
> Su aplicación  no produce cicatrices, ni deja señal ninguna.

¿Quiénes pueden beneficiarse de este tratamiento?

A la hora de considerar los efectos útiles, desde el punto de vista estético, de la aplicación de toxina botulínica, debemos destacar dos grupos de edad: jóvenes y personas de mediana edad.

En los pacientes jóvenes con las primeras arrugas de expresión la toxina botulínica puede comenzar a utilizarse a partir de los 30 años en personas que ya presentan arrugas que aparecen al gesticular de forma natural. Tiene un carácter preventivo del efecto de envejecimiento asociado a la aparición de las arrugas de expresión, ya que las inyecciones repetidas sobre los músculos que las causan consiguen, atenuarlas.

En personas de mediana edad se combina este procedimiento con otras terapias como los productos de relleno. En estos casos en los que estas arrugas son más profundas, el tratamiento se complementa con un relleno de la zona, que reinstaura el volumen perdido. Los rellenos ayudan a mejorar el resultado ya que en algunos casos la acción continuada del músculo crea una arruga inveterada. Aunque se bloquee el músculo la arruga, aunque atenuada, seguirá resultando evidente.

Por otra parte, el relleno reduce la depresión pero dura más tiempo y el resultado es mejorado si previamente se bloquea la acción del músculo con toxina botulínica. Por tanto puede y debe combinarse con la implantación de ácido hialurónico obteniendo unos resultados óptimos en algunas localizaciones típicas.

Personas con hiperhidrosis. Sudoración excesiva en axilas, palmas de las manos y plantas de los pies, que afecta seriamente a la vida de relación del paciente (laboral y social), y puede llegar a afectar su autoestima. El mecanismo de acción de la toxina a este nivel consiste en la denervación química de las terminaciones nerviosas simpáticas en las glándulas sudoríparas.

Efectos secundarios

Aunque infrecuentes, los efectos secundarios descritos son:

En la zona de aplicación: dolor en el punto de inyección; edema (hinchazón) local y eritema (rojez); pequeño hematoma en la zona de inyección; en algunos casos puede aparecer leve cefalea (dolor de cabeza) transitoria que remite con un analgésico; y asimetrías que requieran un retoque.

En el año 2009 la FDA, hizo público un comunicado en el que no se recogía ningún efecto grave atribuido a la dispersión de la toxina para uso estético o por hiperhidrosis.

La seguridad de los tratamientos estéticos realizados con esta sustancia ha sido probada en estudios médicos a lo largo de más de 20 años, lo que certifica que se trata de una terapia segura, eficaz y bien tolerada. Sus efectos no se producen a nivel sistémico (general) siempre que se respeten las dosis y zonas adecuadas de inyección. De ahí la importancia de que el tratamiento sea realizado por médicos especialistas, que conozcan la estructura muscular y nerviosa de las zonas donde ha de aplicarse y las dosis adecuadas para cada tipo de arruga.

¿Cuándo está contraindicado?

En el embarazo, en la lactancia ,en pacientes tratados con anticoagulantes , en aquellos que padecen coagulopatías y en algunas enfermedades neuromusculares.

¿Cuántas sesiones son necesarias?

El inicio de acción comienza a resultar evidente a los tres días. La duración del bloqueo de la actividad muscular es de 4-6 meses. Recomendamos repetir el tratamiento dos veces al año para mantener los resultados.

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