Mastopexia. Elevación de mamas

La ptosis mamaria, más conocida como pecho caído, es secundaria a la gravedad y a otras circunstancias como el paso del tiempo, el periodo de gestación o la pérdida de peso. Esta caída afecta al pezón, la areola y al tejido glandular, ya que la piel se da de sí y la mayor parte del tejido mamario pasa a situarse en la parte inferior del pecho.

Cada día más mujeres acuden a nuestras consultas para “arreglarse el pecho” tras haber tenido hijos. Todas ellas se quejan de que el pecho les ha quedado caído, sin forma y vacío. El pecho caído o vacío ocurre porque durante el embarazo y la lactancia hay un incremento acusado de la glándula mamaria, y por tanto de la piel. Tras la retirada hormonal, la glándula involuciona y se atrofia, con lo que la mama pierde volumen. Sin embargo, la piel se retrae menos y se da una distensión del sistema de ligamentos de la mama que provoca que la mama “se caiga”.

Para mejorar su aspecto se requerirá de una elevación mamaria mediante la eliminación de la piel sobrante. Según la posición de la glándula con respecto a la areola y al surco submamario, distinguimos tres tipos de ptosis (término empleado para designar a la mama caída). La técnica empleada para solventar esta evolución no deseada, denominada mastopexia, dependerá de la posición del complejo areola-pezón, del volumen de la glándula residual y de la piel sobrante. En la mayoría de los casos se emplea una técnica combinada de resección de la piel sobrante y un aumento mamario.

Antes de someterse a la cirugía de elevación, el doctor Núñez Orduña valorará el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y el estado de salud en general. El doctor te explicará todas las alternativas quirúrgicas existentes para tu problema. Se analizará igualmente cómo mejorar la forma y tamaño de tus mamas. Se estudiarán todas las combinaciones de procesos para conseguir el procedimiento más indicado para tu caso en particular.

En algunas ocasiones, en el caso de ser necesario una restauración del volumen del pecho será conveniente la implantación de una prótesis mamaria a cuyo tiempo se realiza la mastopexia. Esto nos permitirá ajustar el volumen para conseguir un resultado mejorado. Estéticamente, el pecho ganará en naturalidad y por lo tanto en belleza. También hemos de indicar que el uso de implantes mamarios nos ayuda a que el resultado sea más duradero.

En este ámbito ha supuesto un importante avance la presentación de los implantes B-LITE™. Representan el último avance tecnológico en implantología mamaria. Hasta un 30% más ligeros que los implantes convencionales, reducen la tensión gravitatoria sobre el tejido blando mamario y permiten conservar el contorno y la forma a largo plazo. La reducción del peso atenúa directamente la tensión que soporta la piel ya distendida de la mama ptosica. Por ello, las recomendamos en pacientes que precisen mastopexias de aumento y en pacientes que demanden grandes volúmenes.

Candidata ideal

Las candidatas ideales para someterse a una mastopexia o elevación de pecho son aquellas mujeres sanas, que entienden los resultados que se pueden obtener tras someterse a esta técnica de cirugía plástica mediante la eliminación de la piel excedente y la inclusión de implantes mamarios en caso de ser necesario un aumento.

Procedimiento

El objetivo de la mastopexia es mejorar la forma del pecho: resituar el pezón y la areola, además de recuperar el volumen y la forma original de los senos. En los casos que la mama ha perdido su volumen será necesario el empleo de una prótesis mamaria. Durante la mastopexia también podemos reducir el tamaño de la areola en el caso de ser esta muy grande.
El primer paso es valorar la posibilidad de un aumento mamario. Un aumento mamario a través de la axila permite rellenar la mama vacía y evitar el abordaje areolar. En muchas ocasiones se evita también la extracción de piel y por tanto, la presencia de cicatrices.

Si la mujer no quiere aumentar el volumen de su pecho la técnica cambia. En esos casos se remodela la glándula por dentro, hasta situarla en su posición original, darle proyección y conseguir que adopte una forma más juvenil. La mastopexia o cirugía de elevación es un procedimiento que requiere de entrada en quirófano dentro de un hospital. Se requiere de un ingreso de 24 horas. Esta cirugía estética de la mama se realiza bajo anestesia general, dura entre 1 hora y media y 3 horas.

Para disimular las cicatrices colocamos las suturas alrededor de la areola. Hablamos de mastopexia vertical cuando trazamos en una línea vertical, desde la areola, hacía abajo, al surco infra mamario y, en ocasiones a lo largo del surco de debajo de la mama (este proceso también se denomina: mastopexia en T invertida).

Cuando la mama es más pequeña y está poco caída, la incisión se coloca sólo contorneando la areola, proceso denominado: mastopexia periareolar. Cuando la mamá tiene poco volumen o cuando hay un exceso de piel aconsejamos el uso de prótesis mamarias, el implante se sitúa debajo del tejido mamario o del músculo pectoral.

Es frecuente combinar la elevación de pecho y la inclusión de implantes mamarios en una misma intervención. Los resultados estéticos son excelentes.  

Postoperatorio

Después de la mastopexia o elevación de pecho es habitual sentirse cansada, aunque esta sensación no dura más de dos días. Debes saber que podrás hacer vida “casi” normal en 72 horas. Las molestias producidas por la intervención se alivian perfectamente con la medicación prescrita por el médico. Es normal sentir cierta tensión en las mamas. Tras la cirugía de elevación podrás volver al trabajo en pocos días.

La disminución de sensibilidad de los pezones dura unos días después de la intervención. La inflamación no cederá completamente hasta que transcurran entre 3 a 6 semanas. La evolución de tus cicatrices será la siguiente: al principio estarán rosadas, pero irán mejorando progresivamente desde la sexta semana. El cuidado de tus cicatrices será prioritario. Después de la operación debes seguir sometiéndote a los controles mamográficos que requieren tu edad.

Resultados

La elevación de mamas es un procedimiento quirúrgico seguro siempre y cuando lo realice un cirujano plástico. La cirugía de elevación deja cicatrices permanentes, más o menos visibles en función de cómo se cuiden, por lo que debes tener presentes todas las recomendaciones.

Los problemas de cicatrización durante las dos primeras semanas posteriores a la cirugía son más frecuentes en fumadoras. La disminución parcial, y en ocasiones total, de la sensibilidad del pezón no es habitual, pero señalar que algunas pacientes la padecen. La futura lactancia puede verse alterada en función de la técnica empleada, aunque esto sólo pasa cuando se producen grandes reducciones mamarias.

Los efectos de la mastopexia son duraderos pero no permanentes. Las variaciones de peso, envejecimiento y nuevos embarazos son factores que afectan la caída del pecho. Aquellas pacientes que han complementado la cirugía de elevación con una prótesis mamaria obtendrán resultados más duraderos.

Si tus expectativas son realistas, quedarás muy satisfecha con el resultado de la operación de elevación de pecho.

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