Se denomina hipertrofia mamaria al volumen mamario excesivo. Su volumen puede aparecer como síntoma aislado o puede presentarse acompañado de caída del pecho (ptosis). En general es consecuencia del desarrollo excesivo de la glándula mamaria y del tejido adiposo .
A pesar de que la piel en las mujeres jóvenes suele ser tónica, la aparición de esta patología acostumbra a provocar cicatrices cutáneas (estrías). En la mujer adulta, la hipertrofia suele deberse a un aumento del tejido graso que invade la trama conjuntiva mamaria.
Estas hipertrofias mamarias condicionan el comportamiento social, el uso de ropas adecuadas, la práctica de deportes e incluso llegan a ocasionar importantes complejos, especialmente en las mujeres jóvenes. El sobrepeso que conlleva una mama hipertrófica conduce con frecuencia a trastornos funcionales como dolores de espalda o alteraciones en la posición de la columna vertebral e irritaciones en el surco submamario (intertrigo candidiasico).
La finalidad de la mamoplastia de reducción es conseguir una mama estéticamente más proporcionada con el consiguiente beneficio funcional.
Es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es disminuir el tamaño de las mamas, mediante la eliminación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, más redondas y firmes. Además esta intervención suele complementarse con una reducción del tamaño de la areola.
Existen muchos procedimientos descritos pero, en síntesis, todos ellos persiguen dos objetivos fundamentales: elevar la areola y el pezón y reducir el tamaño de la mama, consiguiendo con ello un volumen, forma y turgencia lo más perfectos posible con unas cicatrices residuales disimuladas.
Reducción de pecho. Procedimiento
Ante todo debemos tener presente que la cirugía de reducción mamaria es una técnica que necesita cumplir con todos los requisitos de una intervención mayor: examen médico previo, anestesia general y, por consiguiente, un centro especializado con todos los elementos imprescindibles.
La reducción de senos se realiza bajo anestesia general, es decir, estará dormido durante la intervención. Una reducción de pecho dura aproximadamente 3 horas.
La cicatriz resultante de esta cirugía depende de la técnica que se utilice pudiendo variar según el tamaño del pecho y el resultado que se desee obtener.
La elección de un modo u otro de intervención dependerá del volumen y atributos de la mama: altura del pezón, anchura del pedículo de implantación, su prolongación hacia la axila y la distancia que separa una mama de la otra en el centro.
Según estas características, las cicatrices podrían ser de tres tipos: una cicatriz alrededor del complejo areola-pezón; una cicatriz como la anterior más una cicatriz vertical que iría desde la areola hasta el pliegue submamario; las dos anteriores más un cicatriz horizontal en el surco submamario, quedando una cicatriz en forma de T invertida que recorrería dicho surco. La cicatriz resultante es una fina línea que se disimula muy bien en el pliegue submamario y que es invisible en ropa interior o traje de baño.
Reducción de pecho. Postoperatorio
Se requiere un ingreso hospitalario de uno o dos días. Tras una reducción mamaria es habitual encontrarse algo cansada durante unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 72 horas, no obstante, deberá limitar las actividades físicas intensas unas 3 semanas.
Además, hay que usar un sujetador durante un mes para mantener la mama en su nueva posición y permitir que la cicatriz se retraiga.
La mayor parte de las molestias se alivian bien con la medicación; igualmente, la primera menstruación tras una reducción de senos puede desencadenar que las mamas se hinchen y duelan. Es habitual tener una disminución de la sensibilidad en los pezones que posteriormente irá recuperando de forma progresiva.
La inflamación no cederá completamente hasta las 3 ó 6 semanas. Las primeras dos semanas son de gran beneficio las maniobras de drenaje linfático por lo que le derivaremos a los profesionales correspondientes consiguiéndose así un mejor resultado y una más temprana incorporación a sus actividades.
Reducción de pecho. Resultados
La cirugía de Reducción de Pecho es una técnica segura, siempre y cuando sea realizada de forma adecuada y por un cirujano cualificado. Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados.
La reducción de pecho deja cicatrices permanentes, aunque disimulables bajo el sujetador o el bikini. Por todo ello, haremos especial hincapié en su cuidado para que pueda obtener el mejor resultado.
Tras su reducción de pecho, inicialmente sus cicatrices serán de muy buena calidad dadas las suturas meticulosas que se le realizarán, aunque posteriormente éstas seguirán su proceso normal de maduración, por lo que se enrojecerán durante 3-6 meses para posteriormente ir aclarándose hasta hacerse prácticamente imperceptibles a los 12-18 meses. No obstante, el Dr. Núñez Orduña le irá viendo durante los meses siguientes a su cirugía para ver su evolución y hacerle las recomendaciones oportunas.
En caso de ser una gigantomastia o gran reducción (> 1 kg) puede requerirse de más tiempo para su completa cicatrización.
Tras una Reducción de Pecho necesitará unos meses hasta que su pecho adquiera el aspecto definitivo. Así, puede necesitar algo de tiempo hasta acostumbrarse a su nueva imagen corporal. Si sus expectativas son realistas estará más que satisfecha con el resultado obtenido.
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